Tuesday, February 2, 2010

Cita 4: Pánico

Tic-tac, tic-tac, tic-tac…

Y escucho el maquiavélico sonido del reloj mientras ando descalzo de baldosa en baldosa por la casa en soledad…

No era tarde, no era tampoco de noche, podría decirse que ya era casi de día.

Me había llevado largas horas así, asustado, con miedo, con náuseas y mareo. Me sentía como si estuviera enfermo, aunque sabía que no lo estaba, era algo que ya me había pasado, casi constantemente y ya resultaba algo relativamente normal.

No había ningún sonido en la casa salvo el que las finas telas de mi ropa provocaban y el de la metálica punta del bolígrafo retorcerse contra el papel. Escribir era la única forma de escapar de la pesadilla del insomnio, y al menos me ayudaba a mantenerme ocupado y no pensar en los problemas morales.

Tengo miedo…mucho miedo…
No quiero quedarme solo nunca…
No quiero crecer…
No quiero enfrentarme a los problemas de la adultez…
Demasiado tarde ya…

…he crecido, y he saboreado el amargo sabor de la desilusión. Echo de menos sus abrazos cálidos y pegajosos en ciertos momentos, y que ahora no sé qué hacer ya que se han vuelto tan fríos y tan inexistentes…

No entiendo como para algunas personas la felicidad y la soledad pueden ir juntas ¿Acaso no tienen sentimientos? ¿No necesitan ese cariño casi incondicional que nos brindamos los seres humanos mutuamente y casi incondicionalmente? A veces me dan asco, aunque seguramente lo que siento es envidia ¿Cuántos se sentirán cómo yo?

Tal vez lo que necesito es madurar y darme cuenta de que realmente nada puede seguir igual durante años, todo cambia, todo está en constante cambio, sobre todo las personas y sigue el paso del tiempo…y casi no me doy cuenta…

El ser humano crece y vive, y al final empieza a envejecer y morir…Y duele, y da pena que aquello por lo tanto hemos luchado, y ese bienestar por el que hemos estado lidiando desaparezca como si de cenizas bajo el influjo de una ráfaga de viento se tratara.

Pero, ¿qué es la vida sino más que eso, un puñado de cenizas que cae con un simple soplo de aire y que puede volarse sin poder hacer nada para impedirlo?

¿Tan insignificante somos? ¿Tan pueril soy?


Me levanté de mi postramiento y me dirigí a la cocina todavía perturbado, cogí agua y la eché en un vaso para saciar mi sed.

Tanta tranquilidad me daba aún más recelo,.. Ya soy adulto, sé que no existe nada sobrenatural, entonces… ¿a qué le temo?

Resulta triste pensar que antes sin dinero me hubiera aventurado a viajar por todo el mundo, y ahora que lo tengo solo puedo tomarme quince escasos días de vacaciones al año.

Antes disfrutada, ahora no. Esa es la magia de la mente de un niño, aunque por aquel tiempo tenía los mismo miedo, quedarme solo…

Tantos años pensando en el mismo, y algún día deberé afrontar la realidad, voy a quedarme solo, o al menos intento creer que no lo estoy todavía.

El ser humano es realmente un animal solitario, la actividad más importante que hace es pensar, el ser humano piensa solo, la compañía en ciertos momento es algo que no se aprecia.

La aguja del reloj había subido treinta grados de más desde que empecé a replantearme este asunto, eran las siete.

Por suerte, o por desgracia empezaba el sábado, lo que implicaba que no tenía que ir a trabajar, pero también significaba que estaría solo el resto de ese día, y el otro también…

Otro fin de semana más gastándome el sueldo en el bar…


Sentía un gran vacío en el pecho, cómo si la sangre hubiese dejado de circular por el corazón, o como si éste no exista, cómo si me lo hubieran extirpado en un momento de
tristeza.

Eso es lo que siento constantemente, creo que todos lo hemos sentido alguna vez en la vida, es como una desilusión, una traición, y a la vez la fortaleza necesaria para saturar ese vacío interno y seguir hacia delante,

Si fuera un sabor, la vida sería agridulce…

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