Wednesday, August 10, 2011

La iglesia siempre ha representado a un órden, un órden que debería seguir la sociedad, que se ocupaba de ello. Matais ese órden, os matais lentamente a vosotros mismos. Y si lo haceis es por vuestra debilidad, la misma razón de la "creación" de la religión.

La cuestión de hoy en día es acabar con cualquier régimen, cualquier autoridad realmente. Dentro de poco cuando nuestros padres no nos dejen hacer algo haremos como al resto de la sociedad, le acribillaremos a insultos y a patadas, protestaremos porque no nos dejen hacer cualquier tonteria que pidamos y nos resguardaremos en nuestro subconciente y en gente que piensa igual que nosotros.

Vuelvo a lo que quería decir en un principio de forma certera y directa: Decís que la iglesia es una mierda porque os censura (lo cual es mentira), pero realmente la mierda sois vosotros porque censurais y encima os quejais. Hipócrita.

Wednesday, February 9, 2011

Estais matando a la bestia.

El hecho que sea como es no implica que no tenga sentimientos. Que los oculte no implique que no los sienta, y que muestre que su interior es disjunto a la realidad no lo hace tan malvada como pensais, o como lo quereis pensar para no daros cuenta que vosotros sois exactamente iguales, pero en versión cínica.

Friday, January 14, 2011

Puedo admitir sin problemas mis fallos, pero no hacerlo por los demás.

El mio: He sido gilipollas, muy gilipollas y lo seguiré como conciencia humana que tengo. Cuanto desprecio a la divinidad...

A lo que iba, yo y mi superego siempre de la manita contra adversidades, si me encuentro mal, mi querido y maravilloso ego me ayuda, si se me baja lo moral, lo mismo, ¿Pero y si son tan grandes esos fallos practicamente irremontables y mi fuerza de voluntad tan baja que no son capaces de remidirlos?

Pues querido ego, esta vez, me estás jodiendo más y mucho. He tenido siempre las espectativas tan altas con algunas situaciones que ahora que me encuentro disconforme con mis actos y aún más con mi caracteristico error no sé cómo tratarlo. Pero no, no te echo las culpas a ti, son mias, como la mayoría de los malos caminos que he tomado en mi vida.

Por cierto, intenta dosificarte en mi subconciente.